Software Libre

He sido despedido y obligado a salir de la empresa que fundé hace casi diez años. Sí, he pecado de ingenuo, confiado en alguien que creía amigo mientras se dedicaba a preparar sigilosamente mi expulsión, igual que hizo antes con mis otros socios/amigos.

Hay mucho que contar, por supuesto, pero publicarlo aquí no sería adecuado ni correcto, ni siquiera saludable.

Me queda el recuerdo de haberlo dado todo con pasión y conservar la marca “tegnix” registrada allá por el 2004, oportunamente renovada, en vigor.

Así que, si me permites un consejo, máxima atención al tratar, llegar a acuerdos… y no sólo me refiero a la letra o al espíritu de lo acordado sino a la calidad e integridad de la persona con la que negocies.

“Agora é deixar pra trás as coisas ruins, bola pra frente! Positividade sempre.“

(Ahora toca dejar atrás lo malo y seguir adelante. Positividad siempre.)

Actualización

Quiero actualizar esta entrada con un comentario que expuse en las redes:

Gracias a todos/as por vuestros ánimos. Me sienta mal haberlo escrito y divulgado, no porque que contenga falsedades ¡qué va, aún faltan muchas verdades!, sino porque no es digno hacerlo, no es digno de nadie ni de mí, nunca ha sido mi estilo pero… ya lo he hecho, lo asumo.

Crear una empresa no es como tener un hijo pero son varias sus similitudes, tantas como para comprender el por qué de mi comportamiento y el por qué de mantenerlo. Espero que se entienda.